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jueves, 23 de octubre de 2008

60 segundos de fuga mental

 Un hombre detenido en el desierto, la arena que se funde en el viento, un rostro que lo mira desde lo alto, una pierna que se abraza a un árbol...uff parece que el surrealismo se puso de moda, se trastocó la realidad. Pasa volando un gato que me grita que no me mueva. Paf! me cae pintura en la cara de no sé donde, el cielo se ríe a carcajadas, se descomponen los colores y se funden en medio de una sinfonía medio loca-medio cuerda. Se escapa una nota de la partitura, arranca y arranca, se para frente a mí y alega: ¿por qué salí?¿por qué salí? Ahh debe ser que la realidad se escapó de lugar un rato y se fugaron las llaves de la cordura. (¡Jaja!) Los gemidos se escaparon de las bocas y ahora están invadiendo los oídos de los apartados.  Ja! es divertido esto de ir corriendo sin piernas, es divertido esto de estar corriendo sin rumbo, es divertido esto de los continuos besos en mis muslos!. Ah no! Aún quedan estos tontillos con sus discursos molestos en las calles de lo irreal, puaj, que fastidio. No importa, puedo seguir aleteando con las uñas, así me alejo un poquito hacia el tintero y me hundo en la poesía. Debe ser esa evasión que les falta a todos. Pero ya no, jui, como se puso el mundo ahora; si ya puedo ver a las palomas kamikazes estrellándose contra el cemento. Ya no hay guerras, ya no hay hambre, ya no hay casas....mmm pero todavía siguen buscando que atacar....ufff ahora dicen que la realidad se puso muy utópica....

miércoles, 22 de octubre de 2008

El turno de la muerte

  Muerte


¿Qué es la muerte? Pregunta que resulta más o menos familiar al curioso hombrecillo
Hay voces que responden sin ánimo de ser escuchadas, quizás porque de eso se trata su grito. Gritan que la muerte no es solamente eso que ocurre cuando se apaga la vida, sino que se trata de un llamado de atención constante, de una exclamación eterna, de un rugir sin fin que te salpica la cabeza y te impulso a través del miedo. La muerte es esa certeza que te empuja por la vida, es el sentido mismo de toda existencia, pues la vida es vida, tan completa, sublime y milagrosa, sólo porque nos hacemos la idea de que podríamos no tenerla. Cuando esta idea incurre y carcome nuestras fibras más íntimas, todo parece perfecto, lo sea o no. Todo parece un camino abierto a la posibilidad, un grito al vacío que puede colmar hasta el espacio más íntimo de silencio, una tragedia que podría hacer llorar al universo entero. Pero claro, lo que es la muerte para nosotros, es precisamente lo que no será cuando se presente por completo. Ese aviso de vida que nos significa la parca se disuelve en el vacío una vez que nos llega con su mensaje culminado, hasta que se vuelva a encarnar en un letrero de advertencia para cada nuevo viajero que se atreve a llegar sin previo aviso al mundo. Y no hay duda: para él también llegara el momento en que el camino no tenga más sendero que recorrer, el grito se extinga y se pierda con la memoria de los que lo escucharon, y la tragedia se cancele como por una burla del silencio, que ya tenía decidido dejarla correr por un rato.

martes, 23 de septiembre de 2008

La Vie

  Das Leben
   

  Está esa vida de todos los días, la que te interroga cada segundo
  Está esa vida llena de instantes, que cuando viejo se ve como un todo
  Está esa vida llena de afectos que terminan por derrumbar la razón
  Está el día y la noche, ciclos inevitables del paso del tiempo
  Está el amor y está el odio, signos concretos de la historia del hombre



  La vida es sublime en cada respiro, incomparable en cada mirada
  La vida te pide a gritos ser llenada, no sólo con risas, también con lágrimas
  La vida es eso que bien sabes que acaba, no sabes cuando, sólo la llegada
  Ves que otros van cerrando los ojos, otros notarán tu última mirada
  Y mientras vas condenando al tiempo, éste te pide que lo abraces  
  Como si no importara más nada.


  Versos y versos que al final no definen nada
  La vida es indefinible por definición
  A menos que quieras una vida plana
  Cada célula, cada pájaro, cada brisa inmaculada
  Cada Dios, cada religión, cada ideología por la que se mata
  Hay hambre, hay odio, hay lujuria, hay insulto
  El sentido me llega en cada mirada sabia de un viejo
  Al que la vida le grita que, lamentablemente, está agotada


  Tanta ciencia y tan fe, pero de lo importante sabemos casi nada
  Al final lo claro es el amor, las tertulias, la música, la poesía…..las amadas

jueves, 4 de septiembre de 2008

Palabras que matan

  Eran ya las8:30 pm de un jueves normal en la gran ciudad, sin nada que sobresaliera o asombrara demasiado, como suele ocurrir en estos días; nada provoca espanto, las muertes en la tv son como la píldora diaria que debe tomar el enfermo, el amor se esconde en los recintos privados, la expresión energética se ha convertido en un sinónimo de locura pues, hay que conservar la seriedad para no pasar por inmaduro.
  Para ser más descriptivo y no dejar tan en el aire al lector, podemos agregar que nuestra historia comienza en un club social de gran prestigio, esos a los que la gente que puede suele ir, al menos por un rato, para sentirse importante: son la sede de "las horas felices" de aquellos. A veces discuten de política, de arte, de negocios, más que nada para demostrar que saben, que han estudiado en prestigiosas universidades, que son gente de bien, que tienen "clase".
  Aclarado esto, podemos proseguir con nuestra pequeña y simpática historia. Como ya hemos dicho, todo inicia en este "high society club".
  Dos empresarios importantes beben un whiskey mientras hablan de lo buena que está la chica que sirve los tragos. Bromean diciendo que por lo menos sus esposas, si bien no tienen buen cuerpo, al menos cocinan muy bien. Al cabo de un rato de amena y "elevadísima charla", los hombres se aburren, como suele suceder en esta clase de hombres de satisfacciones fugaces, por lo que deciden cambiar de distracción y encender la televisión...si es que a una pantalla como la del club se le puede llamar así y no, derechamente, cine. La luz llega a la pantalla y lo primero que aparece es el rostro del presentador del noticiario de una de las cadenas televisivas nacionales. Inmediatamente después aparecen las imágenes desde el lugar de los acontecimientos: el reportero con su micrófono y, como telón de fondo, un grupo de personas, gente muy pobre, a juzgar por sus harapos, lanzando piedras y otro tipo de proyectiles contra la empresa que tenía el monopolio del agua de la ciudad. No peleaban por el agua, sino que por su trabajo; se trataba, de hecho, de un grupo de cesantes a los que la empresa había despedido por "reducción de personal por causas de fuerza mayor", como les habían explicado.
  Se trataba de imágenes nada atípicas, totalmente cotidianas en días como los que corren, por lo que la noticia no parecía de mayor relevancia. Huelgas, conflictos, enfrentamientos transitorios con las fuerzas de orden…… y ya. 
  Los dos hombres de negocio reían al ver la efervescencia con que los cesantes arremetían contra las instalaciones, la vehemencia expresada en sus caras:

   
  -Pobres muertos de hambre-decía uno riendo-¿Por qué existirá gente como ellos?
  - Para que veas que Dios tiene sentido del humor-le respondió su amigo de inmediato-(risas)
   
  -(el primero prosiguió)-Si yo fuera el que gobierna esta mierda de país(cosa que, en cierto sentido, no era tan falsa considerando su poder económico)lo primero que haría sería formar una policía con cojones y matar a toda esta lacra.

  - jaja, tu siempre tan extremista amigo mío, y poco inteligente, sobre todo. Sería mucho más astuto usarlos un tiempo hasta que tengan hijos de la edad necesaria para poder ser utilizados de la misma forma y entonces, sólo entonces, podríamos quemar a estos hombres, para más tarde hacer lo mismo con la lacra de sus hijos, sus nietos y toda esa gentuza amante de las protestas.
  Aunque claro, por eso me considero " reformista" y no un "revolucionario" como tú. Pero sí, la cosa es que todos estos hombres deberían ¡ARDER, ARDER!


  jajaja, ambos rieron un buen rato. Es necesario acotar que ambos hombres, además de amigo, trabajaban juntos en altos puestos de esta empresa que monopolizaba el agua, por lo que sentían un repudio especial por toda esta clase de revueltas.

  Al finalizar la noticia, los amigos apagaron la tv, pagaron unos cuantos billetes a la mujer que servía los tragos y se la llevaron a un motel, cosa bastante usual que hacían para romper la monotonía. 
  La resaca del próximo día dejó tendidos a ambos hombres en la cama de este motel en el que habían sido consumidos por la lujuria. Despertaron como por acuerdo a las 11 a.m.
  ¿¡Qué!? Deberían de estar en la oficina hace 3 horas. Era sólo el comienzo de un mal día, su último día. Se vistieron y tomaron un autobús al trabajo ya que el dolor de cabeza no les permitía conducir. Al llegar a las instalaciones en donde trabajaban, bajaron rápidamente del autobús y del mismo modo se dirigieron cada uno a su respectiva oficina. Sin embargo, la sorpresa fue la misma: un sobre rojo encima de sus escritorios. Sus caras de transformaron, como por acuerdo, en el mismo fragmento de segundo. Ellos sabían lo que un sobre rojo significaba...estaban despedidos por su atraso.

 No era la primera vez que llegaban a esas horas y, por lo mismo, sería la última.





  Desolados y cada uno por su parte se marcharon a sus casas. Debían decirle la mala noticia a la familia.
  Ambos llegaron, como por acuerdo, en el mismo segundo a su casa, fueron recibidos por sus respectivas esposas quienes les abrieron la puerta y fueron echados de su hogar a la misma hora por la noche:
  El atraso en la mañana les había hecho olvidar ducharse y limpiarse el lapiz labial que la mujer que servía los tragos había dejado en sus cuerpos.
  No podía ser peor.
  Enfadados y con el mundo sobre sus hombros, desesperanzados y arremetidos por la incontrolabilidad de la vida, decidieron protestar.
  Fue a las 12:00 a.m. de aquel día que, furiosamente, se pararon frente a las instalaciones de su ex-empresa, y con vehemencia, con efervescencia, comenzaron a arrojar todo lo que encontraban contra las instalaciones.
  Los trabajadores que habían formado parte de la revuelta del día anterior dormían en las cercanías, bajo cartones, pero despertaron con el ruido. Poco tardaron en unírseles. A la hora de protesta ya habían destruido la mitad de los ventanales del edificio. Pero, entonces, llegó la policía. Asumieron que, como de costumbre, les hablarían un rato aconsejándoles que se detuvieran, luego les tirarían agua, correrían un rato…..y ya.
  Pero esta vez la historia no se desarrollaría de tal forma. Los "hombres de orden" se apresuraron en bajar de sus vehículos, capturaron y esposaron a casi todos los hombres, incluidos nuestros amigables hombres de negocio(o ex-hombres de negocio) y los encerraron en una dependencia en las afueras de la ciudad: El gerente de la empresa que monopolizaba el agua de la ciudad estaba harto de las protestas y decidió tomar medidas radicales, motivo por el cual se molesto en pagarle un poco más de lo habitual a la policía para que ésta le cumpliera unos favores y eliminara el problema de los huelguistas.
  Es por esto que el oficial de policía roció la dependencia donde se encontraban los detenidos de gasolina y luego le arrojó un fósforo: cuando él le había preguntado al gerente de la empresa que qué quería que hiciera con los revoltosos la respuesta había sido clara y no dejaba lugar para ambigüedades: ARDER, ARDER, ¡yo los quiero ver arder! Nuestros hombre de negocio, como lo habían acordado la noche anterior, ardieron.

lunes, 30 de junio de 2008

Edgar Morin

Edgar Nahoun, su verdadero nombre, era hijo de judíos sefarditas de origen ibérico. En la Universidad de La Sorbona milita en las filas de la izquierda y, años después, durante la Segunda Guerra Mundial, ingresa en el Partido Comunista (1941), donde permanece diez años. Durante el período de resistencia y activismo frente al nazismo, en los que mostró un elevado compromiso político y militar, cambió su apellido Nahoun por Morin.
En 1951 ingresa como investigador en el CNRS, donde trabaja en torno a la 'realidad imaginaria' en la expresión cinematográfica. Publica L’Homme et la Mort (Seuil, París, 1951), Le Cinéma ou l'Homme imaginaire (Minuit, París, 1956) y Les Stars, Seuil, París, 1957. Fundador y director de la revista Arguments (1956-1962).
En 1968 ingresa en la parisina Universidade de Nanterre y escribe en Le Monde sobre la 'comuna estudiantil' (el mayo frances). Imparte docencia en diversas universidades latinoamericanas y en La Jolla, California, donde se acerca a los campos de la cibernética, la teoría de sistemas y la teoría de la información. De vuelta en Francia, se aproxima a Henri Atlan y a su teoría de los sistemas auto-organizados. Forma parte del entorno intelectual y científico del llamdo "grupo de los diez", creado a finales de los años sesenta, en el que figuraban Jacques Robin, Henri Laborit, Henri Atlan, René Passet, Joël de Rosnay, Jacques Sauvan, etc. Durante un tiempo trabaja con Jacques Monod.
Doctor 'honoris causa' por numerosas universidades, entre ellas las de Milán, Tecnológica de La Paz (Bolivia), Cosenza, Perugia, Palermo, Libre de Bruselas, Dodense, Católica de Porto Alegre, João Pessoa, Instituto Piaget de Lisboa, etc. Director emérito del CNRS francés y presidente de l'Agence Européenne pour la Culture (UNESCO). Su obra está traducida a las principales lenguas.
Entre sus libros: Méthode, 6 vols., Seuil, Paris, 1977-2004; Relier les connaissances, Seuil, París, 2000; Pleurer rire aimer comprendre, Arléa, París, 1996; La Complexité humaine, Flammarion, París, 1994; Mes démons, Stock, París, 1994; Terre-Patrie, Seuil, París, 1993; Science avec conscience, Fayard, París, 1990; Penser l'Europe, Gallimard, París, 1987; Pour Sortir du XXè siècle, Seuil, París, 1984; Le Paradigme perdu: la nature humaine, Seuil, París, 1973; L'esprit du temps, Grasset, París, 1962-1976; Autocritique, Seuil, París, 1959.

Si te ha interesado este autor, puedes descargar un pequeño texto haciendo click acá

Poema de Mario Benedetti


La vida ese paréntesis


Cuando el no ser queda en suspenso
se abre la vida ese paréntesis
con un vagido universal de hambre

somos hambrientos desde el vamos
y lo seremos hasta el vámonos
después de mucho descubrir
y brevemente amar y acostumbrarnos
a la fallida eternidad

la vida se clausura en vida
la vida ese paréntesis
también se cierra incurre
en un vagido uiniversal
el último

y entonces sólo entonces
el no ser sigue para siempre

La Biogénesis o el origen de la vida

Acá les dejo un artículo que  leí en El sitio web de la Universidad Nacional del Nordeste .
Es acerca de las posibles explicaciones al origen de la vida en nuestro planeta, tema no menor considerando todas las implicancias( éticas,filosóficas, religiosas, etcétera) que podría tener cualquier avanze en esta materia.


El origen de la vida

Fue hace 4000 millones de años (más o menos). En un paisaje violento de radiaciones cósmicas, erupciones volcánicas y lluvias de meteoritos, la vida daba sus primeros chapoteos. Desde hace poco más de medio siglo, los científicos intentan averiguar cómo fue que algo sin vida se transformó en otra cosa capaz de crecer, reproducirse y morir. Para eso producen teorías y experimentos de química prebiótica. La química que precedió la aparición de la vida. Se ha reunido mucha información. Explicaciones que intentan resolver el entuerto no faltan. Pero ¿quién realizó el primer experimento?, ¿a quiénes se les ocurrieron las ideas que permitieron planearlo?
Espontáneamente generada

Hasta el siglo XVII, era creencia común que Dios había creado las plantas y los animales. También se aceptaba que ciertas criaturas se formaban espontáneamente a partir de distintas materias primas. Los gusanos y las moscas, del estiércol; los piojos, del sudor humano; las luciérnagas, de las chispas de las hogueras.

La generación espontánea estaba avalada por respetadas personalidades. La habían defendido Aristóteles, Plotino, San Agustín y Santo Tomás de Aquino. Algunos arriesgaron recetas. El alquimista Johann Van Helmont (siglo XVII) publicó cómo fabricar ratones con trapos viejos y un poco de trigo.

A partir del siglo XVII, varios experimentos probaron que los seres vivos se forman solamente a partir de seres vivos. Uno de los trabajos más recordados, con microbios, es el del químico Louis Pasteur. En los años 60 del siglo pasado, los resultados de Pasteur se abrieron paso con dificultad en medio de creencias milenarias. Los acompañaba una idea igualmente reciente y provocativa. La del biólogo Charles Darwin, quien aseguraba que la vida, como la conocemos, es la consecuencia de un lento proceso evolutivo regido por la selección natural.
La teoría que surgió del frío

Aleksandr Ivanovich Oparin era ruso de nacimiento, fisiólogo vegetal de carrera, bioquímico por vocación. Nació en 1894 en Uglich. Estudió, y después enseñó, en la Universidad de Moscú. La teoría que desarrolló en los años 20 fue el germen de la visión actual sobre el origen de la vida.

Cuando Oparin era estudiante universitario, los biólogos rusos enseñaban que los primeros seres vivos habían sido autótrofos (capaces de fabricar su propio alimento, como las plantas), y se habían formado por generación espontánea a partir de grumos de carbón. A Oparin, que había leído y aceptaba la Teoría de la Evolución de Darwin, la idea no le cerraba. “Yo no lograba imaginar la aparición repentina de una célula fotosintética a partir de dióxido de carbono, nitrógeno y agua -escribió Oparin-. Por eso, llegué a la conclusión de que primero debieron haber surgido, mediante un proceso no biológico, las sustancias orgánicas de las cuales se formaron, más adelante, los primeros seres vivos, organismos que al principio eran heterótrofos y se alimentaban de las sustancias orgánicas del ambiente.”

El 3 de marzo de 1922, Oparin presentó su postura en una reunión de la Sociedad Botánica Rusa, de la que era miembro. Fue escuchado y reprobado con igual cortesía. Era una especulación teórica que carecía de apoyo experimental.

Sin desalentarse, Oparin escribió un librito titulado El origen de la vida. Con cierta reticencia, y a pesar del rechazo rotundo de un árbitro científico, la obra fue publicada por la editorial El Trabajador Moscovita. Salió a la venta en noviembre de 1923 (aunque llevaba fecha de edición de 1924). Se vendió bien. Pronto se convirtió en una rareza bibliográfica. Fuera de Rusia prácticamente no se difundió hasta 1965.
De lo simple a lo complejo

En 1936, Oparin presentó una versión revisada y ampliada de El origen de la vida. Sostenía: el carbono arrojado por los volcanes se combinó con vapor de agua, formando hidrocarburos. En el océano, esas moléculas se hicieron más complejas y se amontonaron en gotitas llamadas coacervados -acervus, en latín, significa montón-. De a poco, los coacervados fueron adquiriendo las características de las células vivas (ver el recuadro “Requisitos para ser vivo”). Esas células eran microbios anaeróbicos, porque en aquel entonces no había oxígeno en la atmósfera.

Oparin explicó el origen de la vida en términos de procesos físicos y químicos. Una progresión de lo más simple a lo más complejo. Rompió así el círculo vicioso que afirmaba que las sustancias presentes en los seres vivos solamente podían ser fabricadas por los seres vivos. La segunda versión de El origen de la vida fue traducida al inglés por la editorial norteamericana Mac Millan, en 1938. Catorce años después, el libro fue leído por un joven químico norteamericano que merodeaba la Universidad de Chicago en busca de un tema interesante para su tesis de doctorado.
El Señor de los Rayos

Aquella tarde de otoño de 1951, en un aula de la Universidad de Chicago, el disertante habló de los orígenes. El del Sistema Solar y el de la vida en la Tierra. Especuló acerca de la primitiva atmósfera terrestre y las condiciones que permitieron la formación de las primeras células.

Unos meses más tarde, uno de los jóvenes asistentes a la conferencia se presentó ante el disertante. Le pidió que dirigiera su tesis doctoral. Quería hacer experimentos que reprodujeran el ambiente de la Tierra primitiva. El disertante intentó disuadirlo. El trabajo sería arduo, posiblemente no funcionaría. Porque no pudo convencer al joven, le propuso una alternativa amable: trabajar en el tema durante unos meses. Si no obtenía resultados alentadores, se dedicaría a una investigación más convencional.

El disertante era el químico norteamericano Harold Urey. Había participado en el desarrollo de las bombas atómica y de hidrógeno. El Nobel de Química de 1934 fue para él. El nuevo discípulo era Stanley Miller. Tenía 23 años. Había estudiado Química en la Universidad de California. Llevaba varios meses buscando un tema interesante para su tesis de doctorado.

Los seis meses propuestos por Urey fueron más que suficientes. En unas pocas semanas Miller leyó los escritos de Oparin y Urey, hizo construir un aparato sencillo, realizó un experimento simple y exitoso. Miller mezcló vapor de agua, metano, amoníaco e hidrógeno. Para Oparin y Urey, esos eran los gases presentes en la primitiva atmósfera terrestre. Miller simuló tormentas eléctricas mediante dos electrodos de tungsteno. Con una bobina Tesla produjo descargas de 60.000 voltios.

Una mañana, Miller encontró que el agua dentro del aparato se había vuelto rosa. La analizó cuidadosamente. Encontró aminoácidos, la sustancia de la que están hechas las proteínas. Era la primera prueba experimental que avalaba las ideas de Oparin.

Miller envió sus resultados a Science, una de las revistas científicas más importantes del mundo. “Uno de los árbitros simplemente no lo creyó y retardó la publicación del artículo -declaró Miller tiempo después-. Luego se disculpó conmigo. Fue bastante raro que, aunque Urey avalaba el trabajo, se hiciera difícil publicarlo. Si yo hubiera enviado el artículo a Science por mi propia cuenta, el original todavía estaría en el fondo de un montón. Pero el experimento era tan fácil de reproducir que no pasó mucho tiempo antes de que fuera convalidado”.

Así, mientras al otro lado del Atlántico el grupo de Frederick Sanger obtenía la primera secuencia de aminoácidos de una proteína, y Watson yCrick se devanaban los sesos para descubrir antes que Linus Pauling la estructura del ADN, un estudiante de doctorado enchufaba en Chicago una bobina Tesla y creaba una nueva disciplina: la química prebiótica.
Senderos que se bifurcan

Después del experimento de 1953, Miller y otros científicos sintetizaron, en condiciones prebióticas, diferentes moléculas presentes en los seres vivos. Casi todos los aminoácidos, azúcares varios y los componentes del material genético.

La teoría de Oparin y el experimento de Miller han recibido críticas. Que la atmósfera de la Tierra no era la que ellos creían, es una de las principales. Lo que prevalece es la idea central. Que la aparición de la vida en la Tierra fue precedida por una secuencia gradual de eventos químicos.El Dr. Stanley Miller sigue enseñando e investigando en la Universidad de California en San Diego. FUTURO le preguntó cuál es el punto más oscuro en la actual concepción científica del origen de la vida. “En mi opinión -respondió el Dr. Miller-, el problema más importante en los estudios acerca del origen de la vida es la naturaleza del primer material genético. El origen de la vida es el origen de la evolución, y para eso se requiere replicación. Además, se necesita que ese proceso de replicación se valga de sustancias prebióticas”.

Hoy se piensa que el primer material genético pudo ser el ácido ribonucleico (ARN). Este ácido sirve como molde para la formación de copias de sí mismo (replicación). Además, como si fuera una enzima, puede modificar su propia estructura y la de otras moléculas.
El mundo del ARN

La teoría llamada “El Mundo del ARN” postula que al principio aparecieron familias de moléculas de ARN capaces de autorreplicarse. La selección natural favoreció las familias que interactuaban con aminoácidos y guiaban la formación de proteínas. El paso siguiente fue la aparición de membranas. Si un ARN formaba una proteína especialmente apta, pero ésta se diluía en un océano de moléculas, la relación con el ARN original se perdía. Pero si ambos permanecían en un mismo compartimiento, la selección podía actuar sobre la proteína (el fenotipo) favoreciendo la prevalencia de su correspondiente ARN (el genotipo). Las membranas estaban hechas de lípidos, sustancias que en el agua forman espontáneamente pequeñas esferas.

Nuevas enzimas usaron el ARN como molde para la síntesis de un ácido nucleico diferente: el desoxirribonucleico (ADN). Comparado con el ARN, el ADN es más estable y se replica en forma más eficiente. Su condición de doble hélice, dos cadenas enroscadas, permite la existencia de un sistema que corrige y repara los daños que sufre una de las cadenas, usando la otra como molde.

ADN, ARN, proteínas y membranas lipídicas. Estas moléculas están presentes en todos los organismos conocidos. En el momento en que se reunieron comenzó el proceso que originó la increíble diversidad de formas, tamaños, colores, procesos y comportamientos que hoy habitan la Tierra. La evolución de los seres vivos. La anterior es una visión posible de cómo pudo aparecer la vida en la Tierra. Para explicar cada paso del proceso existen al menos media docena de hipótesis, cada una avalada por evidencia experimental. Hay quien piensa que la vida ni siquiera empezó en nuestro planeta (ver Recuadro: “Del polvo (cósmico) venimos”).

¿Se podrá sintetizar vida en condiciones de laboratorio? “Pienso que es bastante probable que el proceso que ocurrió en la Tierra primitiva pueda ser reproducido en el laboratorio -respondió a FUTURO el Dr. Miller-. No me animo a especular cuánto falta para eso.”

A pesar de la confianza de Miller, una sombra aletea sobre los múltiples senderos por los quediscurre la búsqueda del origen de la vida. Es la incertidumbre. Porque aunque alguna vez se consiga sintetizar vida en condiciones de laboratorio, será imposible saber si en aquel entonces, hace 4000 millones de años (más o menos), las cosas ocurrieron realmente de esa manera. Es posible que nunca se sepa cómo fue esa primera chispa capaz de arrancar el motor de la evolución y que nunca más se detuvo.
Requisitos para ser vivo

Quien aspire a ser vivo deberá estar formado por células. Cada célula estará separada del ambiente por una membrana de lípidos. En su interior, una segunda membrana de igual naturaleza rodeará el material genético. Las células deberán ser capaces de tomar sustancias del ambiente y transformarlas para su propio beneficio. Tendrán que poseer la habilidad de crecer y reproducirse. Es requisito indispensable que, en determinado momento, cesen en sus funciones. Se aceptarán individuos formados por una sola célula (protozoos) y con una única membrana externa (bacterias). Virus, priones y otras entidades que no cumplan estas propiedades, abstenerse.
Del polvo (cósmico) venimos

La aparición de la vida ¿fue una consecuencia lógica de la química prebiótica? El astrónomo Fred Hoyle piensa que no: “La formación de una célula viva a partir de una sopa química inanimada es tan probable como el ensamblado de un 747 por un torbellino que pasa a través de un depósito de chatarra”.

Si el tiempo para que se formaran las moléculas precursoras de la vida no fue suficiente, entonces ¿de dónde salieron esas moléculas? Dicen que del espacio exterior. Se han detectado compuestos orgánicos en el polvo interestelar, meteoritos, cometas y las atmósferas de Júpiter, Saturno y Titán. Dentro del meteorito Murchison, que cayó el 28 de setiembre de 1969 en Australia, se encontraron 18 aminoácidos.

Algunos científicos van todavía más lejos. Afirman que lo que vino del espacio exterior fueron directamente seres vivos. La idea lleva el nombre de panspermia, que en griego significa “todo semilla”. El universo lleno de semillas de vida.

En los años 70, los astrónomos Fred Hoyle y Chandra Wickramasinghe anunciaron que sus mediciones de ondas infrarrojas indicaban la presencia de bacterias en la materia interestelar. “Yo me baso en las observaciones -declaró Hoyle en una entrevista-. Yo no digo ‘es absurdo que haya bacterias en el espacio’. La conclusión encaja con las observaciones, entonces es la mejor teoría que tenemos. No me importa si es absurda. Así que no dudé en publicarla. Eso, por supuesto, fue el principio del desastre, del ridículo. ¡Ellos (sus detractores) saben! Nacieron para saber que las partículas en el espacio no son bacterias. Dios habló con ellos”.