Cada kilómetro tiene la potencialidad
de agrandar la ilusión de la nostalgia
y es así como nos vamos
enamorando y sufriendo imágenes fantasmas lejanas
recuerdos embellecidos y
embalsamados de lo que llamamos nuestra patria
y no son pocas las veces
que retorna porfiada la necesidad de preguntarse qué se extraña.
-"¿Extrañas Chile?"
Creo que extraño muchos Chiles y detesto otros cuantos
extraño esos Chiles de
mi infancia, esas calles a medio pavimentar, en las que
se jugaba con rocas,
pelotas, viento y volántines, o sólo con el viento si hacía falta.
Llevo en el pecho el
cariño de mi familia, más divino que ligado a cualquier lugar.
extraño nuestra inentendible forma
de hablar, tan pobre en vocabulario, pero tan rica en expresión
extraño incluso esa timidez y
misterio de la gente mayor, esa sabiduría escondida, esas vivencias
locales que formaron mi carácter,
así como también esos amigos de
toda la vida.
extraño ese sur, más mío que el
centro en belleza y más claro que el norte en el recuerdo, que sólo
permitió a un par de vagas imágenes infantiles quedarse en mi
memoria.
extraño el Valle del Aconcagua y a sus
cerros, testigos de cultura precolombina
extraño sus ríos, tristemente
manchados por el cobre, como si vinieran heridos de muerte.
extraño y no extraño tanto al Chile
de los grandes poetas y músicos. Lo extraño porque está lejos y no
lo extraño tanto porque ellos me lo acercan.
Pero hay Chiles que no extraño ni
quiero extrañar.
No extraño ese Chile de las miradas
clasistas que se respiran dolorosamente como anticuadas cuchilladas
sobrevivientes a pasados coloniales.
No extraño ese Chile corriendo a
velocidades frenéticas por alcanzar la modernidad
tan plástico en la superficie y tan
pobre en el alma.
No extraño a ese Chile que se olvida
de que en sus aislados campos e islas está la gente más sabia
y que desprecia esa rica humildad
desterrándola a los cementerios de lo arcaico.
No me gustan esos Chiles que igualan a
sus indígenas con lo primitivo
porque son esos indígenas los que
muchas veces nos muestran lo atrasados que estamos.
No extraño el Chile sin memoria, el de
los aplausos internacionales y la desigualdad interna.
No extraño a ese Chile que no sabe
definirse desde adentro.
No extraño a Chile, sólo extraño a
mis Chiles más preciados, a mi Chile embalsamado, mi Chile
fotografía.
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